Aumento de la dolarización tras la salida del cepo en Argentina
La búsqueda de refugio en el dólar ha crecido en Argentina, sobre todo en este tiempo preelectoral. Todo comenzó en abril, cuando se levantó el cepo para las personas físicas. A esto se le sumó un acuerdo nuevo con el FMI y un esquema de bandas cambiarias que trajo consigo una buena dosis de volatilidad.
Desde entonces, en el ambiente financiero se habla de una “competencia de monedas”. Esto se traduce en cambios en la forma en que los argentinos están organizando sus ahorros e inversiones.
Dólar en ascenso y cambio de expectativas
Un informe de la consultora Quantum destaca que la situación se volvió más intensa desde principios de agosto. Aquí, factores políticos y financieros empezaron a influir fuertemente. La expectativa sobre el tipo de cambio de mediano plazo, los riesgos electorales y algunas modificaciones en la política monetaria se convirtieron en variables clave.
Entre abril y agosto de 2025, el aspecto de “Formación de Activos Externos Netos” —que se refiere a la dolarización de ahorros— mostró compras netas de billetes y monedas por u$s 3.600 millones mensuales.
¿Qué hacen los argentinos con esos dólares?
La misma consultora indica que una buena parte de esos fondos se ha destinado a depósitos en bancos locales, a gastos en el exterior y al atesoramiento. Los depósitos en dólares crecieron en u$s 3.400 millones entre abril y agosto, y entre septiembre y el 8 de octubre se sumaron otros u$s 2.000 millones.
Gracias a eso, el total de depósitos en dólares del sector privado supera los u$s 34.400 millones, en comparación con los u$s 18.500 millones de antes de ese blanqueo de septiembre de 2024.
La subida del dólar ha tenido un impacto notable: la demanda de pesos se ha debilitado. Según el informe de Quantum, el agregado monetario M2 cayó un 4,9% en términos reales entre el 6 de agosto y el 8 de octubre. Durante el mismo periodo, la circulación de pesos en manos del público retrocedió 4,3% real.
Los depósitos en pesos apenas crecieron un 0,6% real. Dentro de ese grupo, los depósitos transaccionales (cuentas corrientes, por ejemplo) disminuyeron un 5% real, mientras que los plazos fijos aumentaron un 6,5% real. Esto se debe, en parte, a las tasas de interés reales que rondan el 2% mensual. Sin embargo, no hay que olvidarse de que esta situación también complica el acceso al crédito, limitando la financiación del consumo y el crecimiento económico.
La presión sobre el tipo de cambio
La creciente demanda de divisas ha generado más presión sobre el tipo de cambio y una pérdida de interés por el peso local. Las tensiones cambiarias se evidencian en las ventas netas de divisas tanto del Banco Central como del Tesoro, que están buscando estabilizar la situación.
Para frenar esta dolarización y mejorar el peso, será fundamental restablecer la confianza política y económica. Será necesario aclarar la gobernabilidad y asegurar la sostenibilidad del esquema cambiario actual, además de avanzar en reformas estructurales que aporten previsibilidad.
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